Esta es una historia de visión, trabajo y futuro... ¿Sabías que un 12 de abril de 1878, Argentina exportó trigo por primera vez a Europa? Ese viaje, que partió desde el puerto de Buenos Aires hacia Inglaterra, marcó el inicio de un camino que aún transitamos: el del trigo como símbolo de trabajo, progreso y conexión con el mundo.
Aquel cargamento, de unas 4.500 bolsas, fue enviado por la firma Roulet Hermanos. Pero más allá de los números, lo que exportamos ese día fue mucho más que un cereal: fue el fruto del esfuerzo de productores, el empuje de una nación joven y la esperanza de que el alimento argentino pudiera llegar más allá de nuestras fronteras.
Este hecho histórico consolidó a la Argentina como un país con potencial agroexportador, y al trigo como un cultivo fundamental no solo en términos económicos, sino también culturales. Desde entonces, nos acompaña en cada mesa, en cada desayuno compartido, en las fiestas y en la vida cotidiana.
En Trigar, hoy celebramos este aniversario como un momento para reconocer nuestras raíces, reflexionar sobre el presente y comprometernos con un futuro de consumo más consciente y respetuoso, donde el trigo siga siendo un puente entre generaciones, territorios y saberes.